El pasado 29 de Septiembre, Daniel Altman publicó el artículo “Así se pierde
el futuro” donde plantea la siguiente problemática:
El mayor problema actual es el
pensamiento a corto plazo que pone en peligro nuestra calidad de vida. Las causas son:
La creciente complejidad de la economía
mundial que está cada día más interconectada y aumenta la incertidumbre. Las
empresas y los gobiernos están preocupados con conseguir y presentar beneficios
inmediatos.
El narcisismo de los seres humanos que tienden
a pesar exclusivamente en ellos mismos y a identificarse menos con los demás tanto
en el presente como en el futuro.
Estamos viviendo en la era del presente, no
nos preocupamos del futuro. Queremos una casa o un vestido y pretendemos
obtenerla ya. Este planteamiento nos lleva a incrementar nuestras deudas y ha
sido una de las causas del estancamiento de la economía y de la actual crisis
económica. Estamos hipotecando nuestro futuro.
El sector empresarial y los estados puede ignorar inversiones
rentables si es coste inicial es muy alto y el beneficio es a largo plazo. Los
políticos y los directivos plantean sus acciones a corto plazo, porque quizá
dentro de unos años no estén en sus cargos. Nos movemos en el cortoplacismo.
Hay que cambiar nuestras preferencias no hay
que buscar la gratificación inmediata. Hay que trabajar duro aunque los
resultados no se vean enseguida. La crisis actual y la búsqueda del beneficio
inmediato está provocando que las generaciones jóvenes deban de emigrar y
tengan peor nivel de vida que sus padres.
Ha llegado el momento de ampliar nuestros
horizontes antes de que nuestro futuro desaparezca por completo.
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